miércoles, 2 de noviembre de 2011

Canadá

Bueno, pues ya estamos por aquí.

Como ya os dije me iba a hacer el insomne por otras urbes y me he ido con otro compañero del metal a conocer alguna de ellas. Las elegidas han sido Toronto, Montreal y Quebec, vamos, una pequeña ruta canadiense.

Como dije en otro post, no me atrevo a recomendar viajes a nadie porque cada uno tiene sus gustos y equivocarse en un libro es relativamente barato, pero en un viaje, bueno la cosa cambia… Solo diré que para mí ha sido una experiencia alucinante.

La verdad es que aun siendo tres ciudades Canadienses, son tres ciudades totalmente distintas, o al menos esa ha sido mi impresión, al fin y al cabo siempre es pretencioso hablar de algún sitio en el que sólo has estado unos días, pero bueno, para eso éste es mi blog, que para más tecnicismos están las guías de viaje.

Toronto, es muy parecida a las urbes estadounidenses, pero menos estresante, y con más encanto, tiene algo que no se describir, que la hace que a la vez que sea una inmensa urbe, sea también acogedora y esto no es una impresión individual, con quien fui estuvimos de acuerdo en que no nos importaría vivir por allí una temporadita, y una madrileña por el mundo a la que conocimos por allí también de viaje, se estaba pensando seriamente el irse a vivir allí, por lo que me parece un comentario apropiado. Montreal, si bien también es una gran ciudad, tiene algo más de ciudad europea, pero de las nuevas, no de esas con casco  histórico, eso ya se lo dejamos a Quebec, más pequeña, pero con el encanto de las ciudades con casco viejo.

Montreal
La diferencia entre la parte anglófona y francófona también se nota, aunque bueno, Toronto, más que anglófona se podría decir que es variófona, pues es sobre todo una ciudad multicultural, sin embargo en lo que no se nota es en el carácter de la gente, que rebosa amabilidad por los cuatro costados y no me refiero a la amabilidad típica de los sitios en que es costumbre lo de dejar propina, sino a la de todo el mundo, una amabilidad sincera. En general la gente parece feliz, orgullosa de su tierra, y eso se nota. Por supuesto también hay homeless, como en todas las ciudades, pero nunca tienes sensación de inseguridad, sino todo lo contrario.

No voy a aburrir con las cosas que hay que ver de cada sitio y eso, que como he dicho antes, para eso están las guías, pero por hacer una selección, de Quebec, me quedo con su casco histórico, de Montreal con su vida nocturna y de Toronto pasear por sus barrios (las destilerías, el barrio chino, el barrio gay…). Aunque bueno, en general, cuando digo pasear, y esto vale para las tres… siempre con hidratación, cada poco tiempo, de una buena cerveza, en un buen garito… merece la pena.

Jazz en Quebec
Para salir, en Montreal siempre hay locales con música en vivo, en Toronto y Quebec, la verdad es que tuvimos suerte, pues nos pilló respectivamente los días de Halloween y del festival de Jazz en cada una, por lo que no faltaban alicientes para salir por la noche a tomar algo.

En cuanto a gastronomía, pues bueno, hay que dejarse asesorar. Es imprescindible, probar las poutine y la smoked meat, pues aunque sea comida rápida es lo típico, pero lo realmente recomendable es irse algún que otro día a darse una buena cena en un restaurante típico canadiense y probar carne de bisonte, caribú, o cualquier otro de los mamíferos de por allí. Una experiencia.

Toronto
Otra cosa que nos gustó, es que aunque sí son sitios turísticos, no lo son de forma agobiante, de hecho, cuando hablábamos con alguien de por allí, se sorprendía de fuéramos de España y que estuviéramos por allí de viaje, aunque claro, supongo que siempre influye la época, pues en verano será distinto. Sin embargo, para el que piense que no es la mejor época para ir, a nosotros nos gustó mucho, pues no hacía tanto frío como se pudiera pensar y en cambio el color del otoño por allí es ciertamente espectacular en toda la gama cromática de colores posibles.

Para finalizar, lo mejor, su gente. No es que hayamos intimado en exceso con la gente de por allí, principalmente debido a que nuestra verborrea en inglés es comparable a la de Tarzán en una película muda y a que los españoles tenemos un imán para acabar encontrándonos en los sitios y acabar hablando entre nosotros, pero la sensación que hemos tenido siempre allí es la de ser muy bien acogidos.

Bueno, lo voy a dejar aquí que si no rompo mi norma de no hacer las entradas muy largas. El que se quede con ganas de más, que se busque un episodio de la Lonely Planet, que seguro que lo hay, y que se anime.

See you later.

No hay comentarios:

Publicar un comentario