miércoles, 26 de diciembre de 2012

V de Vendetta


V de Vendetta (Cómic, 1988) De Alan Moore y David Lloyd. En original V for Vendetta.

Es curioso que con mi afición al cómic haya tardado tanto en acercarme a V de Vendetta siendo uno de los cómics más famosos de los últimos años. Sin embargo así ha sido y tras haberlo hecho, creo que es justo decir que entiendo la merecida fama del mismo pues es realmente bueno.

La historia quizás no es muy original, la de un antisistema que lucha contra él, pero sí que lo es el hilo argumental y los recursos innovadores que Moore utilizó en la narración.

Un personaje anónimo (lo es durante todo el cómic pues siempre utiliza un disfraz con una máscara de Guy Fawkes, que luego ha popularizado Anonymous) lucha para cambiar el orden establecido. Y menudo orden. Se trata de un régimen autoritario de carácter fascista que rige en Inglaterra tras una guerra nuclear. Vale, un poco rebuscado, el propio Moore en la introducción del comic que hace en una versión de pocos años después reconoce que quizás no habría hecho falta algo tan rebuscado para la proposición argumental, pero hay que reconocer que este futuro distópico le da mucho juego para plasmar algunas ideas que curiosamente, con algunos matices, no distan mucho de algunas realidades actuales.

Pues bien, de eso trata básicamente el cómic, de como este personaje, V, trae de cabeza al orden establecido mediante acciones violentas contra los símbolos o personajes importantes del régimen.

Sin embargo lo realmente interesante del cómic a mi entender son básicamente dos cosas.

Primero, Moore aprovecha a los distintos personajes del comic para representar a las distintas actitudes que se pueden adoptar ante las situaciones de injusticia, alineación, falta de libertad, etc… Hasta el punto de que casi se puede decir que muchos de los personajes del comic son también coprotagonistas con sus distintas historias paralelas entrelazadas con la principal. Y el planteamiento de Moore o su opinión sobre estas actitudes es, independientemente de acertadas o no, bien estructuradas y muy interesantes para la reflexión.

Segundo, porque como he dicho anteriormente, el cómic es innovador, y en este caso, con éxito en el resultado final. Parte de esa innovación se debe al dibujante David Lloyd, que además de resultar el complemento perfecto, ofreció novedades a Moore como por ejemplo la ausencia de bocadillos con pensamientos u onomatopeyas que tanto destacan los críticos, aunque a mí lo que más me gustado de Lloyd es la sustitución de narración escrita por secuencias de viñetas con una capacidad narrativa sobresaliente. Pero las principales innovaciones fueron desde el punto de vista argumental. En más de una ocasión, mientras que la narración escrita es de un personaje, las viñetas y la acción son de lo que está haciendo otro, buscando un paralelismo o contraposición que resultan magistrales.

En el argumento se echan de menos algunas explicaciones racionales para ciertos vacíos o hechos excepcionales… pero pongámoslo en contexto, recordemos que estamos en un género en el que te pica una araña y te subes por las paredes… Si lo vemos así, bastante causalidad se nos ofrece en la historia.

La ideología del protagonista es algo que ha dado mucho que hablar del cómic. Dentro de las distintas (y muchas veces contrapuestas) tendencias de pensamiento anarquista, se podría decir que las que más fielmente representa V son las del anarcoindividualismo existencialista de Max Stirner. Pero desde el punto de vista pragmático, esboza la teoría del terrorismo anarquista, la búsqueda del caos del que resurgirá un despertar de la conciencia individual que desenvocará en un orden basado en la libertad. Esto ha sido muy criticado por muchos, pues han visto en la propuesta de Moore una apología del terrorismo anarquista. En fin, se le puede sacar punta a todo…

Hay muchos planteamientos que dan para debate… Muchos de ellos históricos, como el de que la necesidad del sufrimiento para la liberación personal o el de la deshumanización de los valores en el cumplimiento de las ordenes (se hace una clara referencia, sin nombrarlo, del experimento Milgram, del que ya hablamos una vez por aquí), etc… Pero bueno, poco más puedo decir del cómic sin destriparlo más...

Por desgracia es un cómic y V no existe… El totalitarismo que tenemos hoy, aún peor que el totalitarismo del estado, es el de los mercados… Y me temo que eso no lo arregla ni una W.

Solamente recomendar, sobre todo a los aficionados al género, que incluyáis su lectura entre vuestra lista de obligados, aunque claro, si lo sois, posiblemente ya lo hayáis leído.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Carretera Perdida


Carretera Perdida (1997) Dirigida por David Lynch y protagonizada por Bill Pullman, Patricia Arquette y Balthazar Getty. En original Lost Highway.

Pues sí, otra de Lynch… para qué voy a negarlo, es de los que me gustan…

Ésta no la había visto aún, lo reconozco. Es para muchos una de las de más difícil digestión del director y eso, si bien no me hacía echarme para atrás, sí que me obligaba a encontrar un momento adecuado, con la mente despejada y con tiempo suficiente… Al final lo he encontrado.

La afición a Lynch me viene de lejos. Creo recordar que ya estaba en el instituto cuando vi Twin Peaks, una serie que sin duda marcó un antes y un después y que ha sido mil veces imitada. La serie me encantó.

Años después, me volví a interesar por la serie y por el director de la misma, David Lynch, a partir de ahí, empecé a ver películas suyas y le coloqué en mi libreta mental en la sección de favoritos. Sólo me quedaban dos películas suyas por ver, (ahora una), pero como suelo volver a verlas de vez en cuando, me temo que ésta no será la última entrada que le dedique a una de sus películas.

En alguna entrada anterior, comenté que Lynch genera odios o pasiones… Bueno, hoy que tengo un poco de más tiempo ampliaré ligeramente esta clasificación. Creo que tras ver una película suya las reacciones mas frecuentes son:

1.- Dejar de verla antes de que acabe. “Esto es un rollo insufrible y además no hay quien lo entienda, tengo cosas mejores que hacer.”

2.- Resultado decepcionante. “He aguantado por curiosidad, para ver si al final todo tenía sentido, pero me parece una tomadura de pelo. A mí no me pilla en otra.”

3.- Ni fu ni fa. “Hay que reconocer que como director es buenísimo, es distinto e innovador, domina el detalle y la cámara como pocos, por no hablar de la banda sonora, fotografía… Una pena que el argumento no tenga ni pies ni cabeza, estropea el conjunto.”

4.- Me gusta. “Como propuesta artística es buenísima y además ese argumento cargado de simbología... después del final entiendo algunas de las cosas que pasaban al principio… Aunque sigo sin encontrarle sentido, pero me gusta.”

5.- Excepcional. “La he visto varias veces. Artísticamente genial. Pero lo mejor el argumento. Hay que verla varias veces para interpretar todas las conexiones y pistas que hilan la trama y el resultado es magistral.”

Yo estaría en el 4,5.

Entre los críticos de cine, que en su mayoría van del 3 al 5, hay dos visiones distintas de lo que Lynch pretende:

- Para unos, Lynch no pretende darle una explicación lógica a sus argumentos. Deja pistas e interconexiones, sí, pero sólo para que parezca que tiene un sentido que en realidad no existe. Juega con la gente y como ocurre con el cuento del traje nuevo del emperador, la gente, en su estupidez, le busca un sentido inexistente por el miedo a ser el único que reconozca que ve al emperador en pelotas.

- Para otros en cambio sí que existe este sentido lógico dentro de las películas de Lynch, y les resulta, cuando lo descubren, magistral el modo en que deja pistas para descubrirlo, obligándote escena a escena a buscar el significado de lo que ves.

Yo no tengo muy clara cual de las dos será la pretensión de Lynch. Lo que sí creo es que disfruta con las reacciones que provocan sus películas, todas, de la 1 a la 5. Y lo que también tengo claro es que es un genio. Si realmente sus películas no tuvieran una explicación lógica como sostienen algunos y da esas pistas sólo para jugar con nosotros, lo consigue, ya lo creo que lo consigue y ¿no sería también eso magistral?

Al final casi no he hablado de la película… Que puedo decir, no me habían engañado, es claramente una de las más difíciles de Lynch. Por lo demás es todo lo que ya he comentado alguna vez de otras de sus películas, realismo de detalle para un conjunto surrealista, diálogos largos y pausados con mucha carga, juegos con los símbolos, los sonidos, el color… Perturbadora. Se trata otra vez de un thriller psicológico, y para mi grata sorpresa, ambientado o con referencias a muchos elementos clásicos del cine negro. El argumento es una vez más (o al menos esa es mi interpretación, creo que acertada) un juego entre lo real y lo irreal. Esta vez no se trata de sueños sino de un hombre con un trastorno de personalidad al que llega por los celos y que proyecta todas sus frustraciones en un alter ego que usa para liberarlas visceralmente, pero que por desgracia también está dominado por sus propias frustraciones… No sigo, que quizás ya he dicho demasiado por si alguien quiere verla… Y no me hagáis mucho caso, que esta interpretación es tan acertada o equivocada como cualquier otra, de eso se trata.

Ah, como sello característico de Lynch no falta una banda sonora muy buena, (D.Bowie, NIN, Smashing Pumpkins, Rammstein, Marilyn Manson, Lou Reed,...).

Pues creo que con esto ya voy a ir echando la persiana. Si alguna vez llaman a vuestro telefonillo y una voz familiar os dice que alguien, a quien no conocéis, acaba de morir… No descartéis ninguna posibilidad, quizás seáis vosotros mismos los que estéis al otro lado del telefonillo… Nunca se sabe…