lunes, 27 de agosto de 2012

Bulgaria


¿Venden algún jarabe para la depresión tras vacaciones? Si es así pasadme el nombre, que me compro una garrafa… Si no, no os preocupéis, que seguro que se me pasa en breve… Es que hoy me pilláis en un día duro de vuelta a la cruda realidad... Por ello nada mejor que hacer una de mis terapias… Una buena isotónica con hielo, una buena lectura y alguna entradita en el blog rememorando los días que acabo de dejar atrás y que he dejado impresos en mi memoria…

He tenido oportunidad en este tiempo de hacer varias cosillas, entre ellas algún que otro viajecito. Con alguno de ellos inauguro hoy mi vuelta al bloggeo.

Últimamente, con independencia de si viajo sólo o con algún compañero de aventuras, soy más partidario de organizar los viajes por mi cuenta. Sin embargo, esto requiere tiempo y planificación y no siempre es posible, así que esta vez decidí contactar con una agencia que organiza viajes de trekking que ya conocía de algún otro viaje anterior. Una de las posibilidades que vi con ellos es la de hacer senderismo por Bulgaria. ¿Qué sabéis de Bulgaria? He de confesar que yo no sabía mucho, salvo algunos temas más genéricos de su historia y que en alguna revista de las que me leo de viajes salía últimamente de vez en cuando y por ello era uno de los países que me despertaba curiosidad para un destino próximo. Así que me decidí.

Finalmente fuimos un grupo de cuatro, con una agencia búlgara que recomiendo a quien quiera conocer este país. Son una agencia compuesta por un grupo de gente montañera que trabajan en un proyecto de turismo sostenible. Stela, nuestra guía, ha sido sin duda uno de los factores que ha hecho que este viaje me haya llenado tanto. Además de ser una tía genial, transmite su entusiasmo por la naturaleza, historia y tradiciones de su país de una manera que resulta imposible no contagiarse de todo ello cuando estás por allí. Según me comentó en alguna ocasión, el resto de compañeros de su agencia tienen el mismo buen rollo que ella, por ello lo de mi recomendación de esta agencia, de la que pongo el contacto abajo, pues si alguna vez os animáis a juntaros un grupete de amigos para patear algunos senderos de este país, podéis contactar con ellos y organizaros un viaje a medida que seguro disfrutaréis. El grupo en realidad éramos seis, pues también contamos con Dani, un conductor local, pero Dani no hablaba mucho inglés ni castellano y por lo tanto, y aunque parecía bastante majete, no hubo mucha oportunidad de charlar con él.

Pirin
Como ya he dicho en alguna que otra entrada de algún viaje en este blog, no voy a intentar describir el país, pues un país no se conoce sólo por que estés unos días por allí, ni voy a hacer un diario de lo que hicimos cada día, pues para eso ya hay libros, revistas o programas de viajes que tienen experiencias mucho más exhaustivas y detalladas que la que mi memoria me permita hacer. Simplemente describiré alguna de las cosillas que me llamaron la atención.

Nuestro plan diario era casi siempre parecido, por la mañana, Dani nos dejaba al comienzo de un sendero que se adentraba en alguna de las cordilleras de por allí. Él se iba a recogernos en donde estaba prevista la finalización de la caminata del día y nosotros nos adentrábamos en él camino…

Los Rodopes
Ha sido toda una gozada el pateo de estos caminos. No es que los paisajes sean más o menos espectaculares que los de otros sitios, para gustos hay colores y a mí me suelen gustar casi todos los senderos que transcurren entre bosques o montañas… Pero ciertamente si que son en general entornos naturales que merecen la pena y sobre todo hay dos cosas a destacar que me han gustado mucho; La primera es que a pesar de poder estar recorriendo senderos de parques nacionales, naturales, etc., no están en absoluto masificados, todo lo contrario, puedes estar todo el día recorriendo una ruta sin encontrarte a ningún otro caminante… A mí esto me ha resultado de lo más destacable, pues si bien soy aficionado a la montaña y los senderos, una de las cosas que cada vez llevo peor, es que cuando voy a patear tengo la sensación de estar rodeado de gente por muchos de los sitios y caminos y aún a riesgo de parecer antisocial, creo que la naturaleza se disfruta mucho más cuando los otros compañeros de especie no dan muestras de cercanía en multitud… Lo segundo destacable es la variedad de ecosistemas que hemos tenido en cada uno de los senderos. En sólo nueve días hemos tenido la oportunidad de adentrarnos en cinco cordilleras distintas, cada una diferente, y lo mejor, para ello no hemos tenido que recorrer grandes distancias. Cada día, después de la caminata correspondiente, Dani nos recogía y tras un breve trayecto estábamos ya en el pueblo en el que íbamos a dormir que a su vez quedaba a las faldas o muy cerca del comienzo del sendero del próximo día.

Pirin
La verdad es que he disfrutado mucho de estas caminatas. A menudo me adelantaba o me retrasaba del grupo para quedarme sólo, y poder adentrarme en el entorno, disfrutar de su color, de su sonido… No voy a describir cada una de las caminatas, pero por distintas razones, me gustó especialmente el día que en Pirin recorrimos un sendero que pasaba al lado de varios ibones y el día que en los Balcanes Centrales recorrimos un ecosendero que por lo abrupto del terreno transcurría en bastantes tramos sobre un puentecillo de madera. Una gozada.

Monasterio de Rila
Tras la caminata diaria, en el pueblo o ciudad que dormíamos, Stela nos enseñaba algunos de los sitios más destacables del lugar. He disfrutado mucho el entusiasmo con el que nos contaba algunos de los episodios de historia de su país, o alguna de sus costumbres o folklore. Hasta me he aprendido el paso básico de alguno de los bailes tradicionales de allí, que por desgracia, seguro que el tiempo borrará de mi memoria, aunque espero que no pronto…

Ya conocéis los que habéis leído alguna otra entrada de algún viaje mío que me encanta hacer el Labordeta, es decir, charlar con la gente de los sitios en que viajo, y era por la noche, en los sitios en que dormíamos, en los que tenía la oportunidad de hacerlo, así que no la desaproveché y en varias ocasiones después de cenar dejaba a mis compañeros descansando para salir a tomar algo y charlar si tenía ocasión con quien el azar me propusiera. En general tuve la oportunidad de conocer a gente joven que si bien eran estudiantes se sacaban algunas pelillas trabajando en verano y hablaban sobre sus expectativas de futuro. En Sofía, con la excusa de buscar un libro búlgaro clásico escrito en castellano, dada la dificultad de la empresa, estuve unas horillas debatiendo con algunos de los libreros sobre su visión de la Bulgaria actual frente a la Bulgaria de la época comunista. Por cierto, al final tuve suerte y uno recordó creer tener algo parecido a lo que buscaba en su casa, así que… ¡Me he conseguido traer alguna edición interesante para leer! Pues no soy yo cabezón ni nada… Por cierto, supongo que por el clima les durarán poco tiempo pero… peligra nuestro record de terrazas por metro cuadrado… Bulgaria está también lleno de terracitas para degustar una buena cerveza… (ésta y alguna que otra coincidencia más, me ha hecho plantearme si los búlgaros y españoles no tendremos algún pasado común… ;-))

Koprivstitsa
Pero no sería un buen discípulo de Labordeta si no disfrutara con la gastronomía local… y ya lo creo que lo hice. Probamos varios platos de por allí y en general, los disfruté mucho, aunque si de algo se sienten orgullosos los búlgaros en lo que a gastronomía se refiere es de su yogurt, y tienen motivos para ello, está buenísimo. Allí te toma en cualquier ocasión, desayuno, comida, cena… e incluso de usa como ingrediente de muchos de los guisos… lo hacen casero y merece la pena… se echa de menos cuando regresas…

Bueno, no me extiendo más, que para ser mi primera entrada después de este parón estival ya me estoy alargando demasiado. En general ha resultado un viaje entrañable y sorprendente, una experiencia que no olvidaré.

¡Ya estoy de vuelta! Como alguno de vosotros sois blogueros voy a indagar que habéis estado haciendo en mi ausencia…

PD: Os dejo la web de la agencia a la que he hecho mención (Odysseia-In). Es una agencia creada en 1990 por montañeros que se nota que tienen bueno rollo y son activistas en cuanto a la conservación y trabajan por un turismo sostenible. Es una buena opción para descubrir el país si os juntáis un grupillo de amigos pues hacen viajes por rutas no convencionales. Os podéis poner en contacto con ellos para hacer un viaje a medida.