sábado, 23 de febrero de 2013

Matadero Cinco


Matadero Cinco o La Cruzada de los Niños (1969) De Kurt Vonnegut. En original Slaughterhouse-Five.

Vonnegut fue un escritor estadounidense especializado en ciencia ficción. Su estilo, de humor negro, ironía y sarcasmo le convirtió en un escritor famoso en el siglo pasado.

Uno de los hechos que le marcaría de por vida fue su participación en la segunda guerra mundial. Allí quedó separado de su pelotón varios días detrás de las líneas enemigas hasta que finalmente fue hecho prisionero. Posteriormente, como prisionero, fue trasladado a Dresde en donde tuvo la desgracia de presenciar en primera persona el bombardeo de la ciudad. Fue uno de los contados supervivientes.

El bombardeo de Dresde sigue siendo aún hoy uno de los episodios más polémicos de la segunda guerra mundial. En un bombardeo masivo se destruyó la ciudad y sus habitantes. Aún hoy se debate entre si existía alguna justificación estratégica para tal masacre o si solamente se trato de una represalia innecesaria. Incluso hay gente que lo enumera como uno de los crímenes de guerra del bando aliado.

Toda esta introducción viene a colación para situarnos en el nacimiento del libro Matadero Cinco. Vonnegut, que sufrió el bombardeo en primera persona, quedó altamente impresionado por el mismo. De hecho, como prisionero, participó en la quema de los cuerpos de las víctimas con lanzallamas ante la imposibilidad de enterrar tal número de cadáveres. Durante su posterior etapa como escritor, nunca renunció a hacer un libro que narrara aquellos hechos, pero nunca encontró el momento ni el modo. Todo esto lo narra en el primer capítulo, que es en realidad una introducción en donde se explica todo lo que viene después pues al final, Vonnegut, sí que encontró el ánimo y la forma para plasmar todo lo que quería decir… narrando la historia de Billy Pilgrim.

Pilgrim es un personaje de ficción que sufre los mismos acontecimientos que le tocó sufrir a Vonnegut. Con este recurso aprovecha para poder narrar los hechos que ocurrieron pero también para mucho más, pues poniendo como protagonista a un personaje irreal se ve liberado del relato histórico y en cambio nos muestra el relato de ciencia ficción de un joven, bastante torpe, inocente y bobalicón que tiene la capacidad de viajar en el tiempo a lo largo de la línea temporal de su vida, que es secuestrado por unos alienígenas (los trasfalmadorianos) y que tiene la capacidad de percibir el tiempo como un todo, no como una sucesión de sucesos.

Muchos describen por ello a Matadero Cinco como una novela más de ciencia ficción de Vonnegut. Los personajes y extraterrestres que aparecen son los recurrentes en sus obras. Sin embargo, basta con adentrarse un poco en la lectura de la novela para entender que no se trata de una obra de ciencia ficción exactamente sino que los hechos que le ocurren a Pilgrim tienen una explicación psicológica.

Sea como fuere, el autor aprovecha magistralmente este argumento para crear un relato que deja ver su visión filosófica de la intranscendencia de la existencia como hecho en sí, de la banalidad de la de la concepción temporal y el libre albedrío, de la deshumanización y sinsentido que suponen las guerras… Y todo ello con un humor negro, irónico, lleno de metáforas y de guiños inteligentes…

Hay páginas realmente magistrales como aquella en que Pilgrim que sabía que esa noche iba a ser secuestrado por un platillo volante (lo sabía porque ya había estado en el futuro) no podía dormir y se baja a ver la televisión. Ve un documental de un bombardeo de la segunda guerra mundial. Pero como el no percibe el tiempo de manera lineal, lo observa también al revés, como si fuera una cinta marcha atrás. Así contempla con satisfacción como en una ciudad incendiada unos cacharros con forma de bomba recogen todo el fuego dejando la ciudad perfecta. Estos cacharros se meten en la panza de unos aviones que vuelan marcha atrás. Estos aviones aterrizan de espaldas en un aeropuerto militar. De estos aviones sacan estos cacharros y los llevan a unas fábricas. En estas fábricas desmiembran estos cacharros y transportan el material explosivo que había en ellos a unos lugares o canteras en donde lo entierran para que no hagan daño a nadie…

Bueno podría enumerar muchos episodios que me parecen soberbios de esta novela, pero mejor dejo que los descubráis a quienes os animéis a su lectura.

Reconozco que es verdad que se dan muchas cosas en este libro que normalmente forman parte de los contenidos sobre los que me gusta leer y pensar, y que quizás desde el punto de vista estilístico no sea de las mejores del mundo… Pero, por lo que sea, tendré que leer el resto de mi vida obras muy buenas para que si alguna vez hago un inventario, ésta no figure entre los primeros puestos de mis favoritas…

sábado, 16 de febrero de 2013

Una Pistola en Cada Mano


Una Pistola en Cada Mano (2012) Dirigida por Cesc Gay y protagonizada por Ricardo Darín, Luis Tosar, Javier Cámara, Eduardo Noriega, Leonor Watling, Eduard Fernández, Leonardo Sbaraglia, Jordi Mollá, Alberto San Juan, Clara Segura y Ernest Villegas.

Reconozco ser poco transigente con los temas de los estereotipos por sexos. Es algo que me mosquea bastante y que seguramente debería llevar con más humor… pero no lo puedo evitar, me mosquea bastante.

El que a los hombres y a las mujeres nos encasillen con determinados comportamientos está bien para dar juego en monólogos, en chistes o en películas, pero hay algo en mi que se resiste a resignarme a este encasillamiento, supongo que porque el papel que le toca jugar a los de mi sexo en dicho en encasillamiento no me deja muy bien… Incapaz de hacer dos cosas a la vez, poco comunicativo sobre todo para ciertos temas, inmune a ciertas emociones, torpe en general y con un pene por cerebro…

Supongamos que es verdad que por “naturaleza de genero” los hombres somos así.
Hay dos posibilidades:


a) Yo soy del grupúsculo que excepciona la regla. En ese caso me toca luchar el resto de mi vida para que la gente con quien me relaciono no me encasille con un comportamiento que no me identifica…
b) Yo no soy ninguna excepción. En ese caso, mejor aceptarme y rendirme a mi naturaleza…

Supongamos que no somos así por naturaleza, sino por educación, por adecuación a un molde que nos establecemos, recurramos al viejo tópico de la sociedad es la culpable…


c) En ese caso me toca luchar por romper el círculo vicioso, revindicar mi sitio y manera de ser con independencia del género y convencer a los demás de lo mismo, si no ya para cambiarnos a nosotros, sí por lo menos a los que vienen detrás…

Supongamos que no somos así por naturaleza, ni tampoco por molde, simplemente no somos así, pero nos comportamos así por asimilación de conductas, por imitación, por aceptación en la tribu… la tribu del género…


d) En ese caso me toca luchar contra las reglas de identificación de mi tribu, intentar cambiar las que procedan y reivindicar con vehemencia la eliminación de los estereotipos de género…

Podría seguir con posibles escenarios pero esto resume más o menos los más probables, que en el fondo, son las causas que los que se dedican a teorizar sobre las diferencias de comportamientos en géneros exponen. Resumiendo, sea cual sea la causa se esta situación, en casi todas ellas me toca un papel de lucha, excepto en una, que no me queda más que la rendición.

Como no me gusta rendirme (¿A quién le gusta?) pues en la lucha estoy… de ahí el comienzo de la entrada: reconozco ser poco transigente con el tema de los estereotipos por sexos, pero bueno, también reconozco que a veces, bien usados y en contexto, pueden ser divertidos.

A todo esto… yo iba a hablar de una peli ¿No? Pues eso, Una pistola en cada mano. Una película que va precisamente de esto, de los problemas y debilidades de los hombres de hoy en sus relaciones con las mujeres.

La película tiene distintos capítulos sin conexión (bueno, alguna hay, al final, pero es lo de menos) en los que se abordan las situaciones de distintos protagonistas. Cada uno de los capítulos puede tener más o menos acierto en lo de los estereotipos, pero en todos ellos, se renuncia a la broma o carcajada fácil y en cambio se busca la empatía y la sonrisa del espectador y en mi opinión con acierto. El guion es muy inteligente y sólo por él, ya merece la pena ver la película.

Una película con un buen guion basado en diálogos necesita de buenas interpretaciones, y esta las tiene. Como leí en alguna crítica, algunos actores viven, más que interpretan, a los personajes. Lo demás en la película es secundario y tampoco hace falta.

Poco más os voy a contar de la película (es lo que tiene enrollarse tanto al principio). Salvo que os la recomiendo pues a mí por lo menos me gustó bastante.

Ya os he comentado alguna vez lo de mi predilección por Woody Allen, y no es que este guion llegue a su ingenio y profundidad psicológica, pero desde luego, empieza a peligrar su patente sobre los buenos diálogos y necesidades de psicoanálisis…

PD: Para que veáis que hago progresos en lo de intentar tener sentido del humor con lo de los estereotipos de género, ahí va un chiste que me hizo mucha gracia:
- Mi mujer me ha abandonado. Dejó una nota en el frigorífico que decía “Los dos sabemos que esto hace tiempo que no funciona, me marcho.” No hay quien entienda a las mujeres, he abierto y comprobado el frigorífico varias veces y funciona perfectamente…

domingo, 10 de febrero de 2013

Breaking Bad


Breaking Bad (Serie 2088-2012) (5 Temporadas, 62 Episodios)

Recuerdo cuando estudiaba química que la asignatura no me apasionaba. El resolver una serie de compuestos mediante unas reglas combinando los elementos de la tabla periódica me resultaba un pasatiempo un tanto aburrido. Claro que entonces no había visto la serie Breaking Bad, si hubiera sabido la de situaciones en las que la química te puede sacar de un apuro… seguro que le hubiera encontrado más utilidad ;).

Últimamente se han puesto de moda las series en las que el protagonista es una especie de antihéroe, en el sentido de que su actividad principal es la de alguna actividad reprobable, (asesino a sueldo, asesino en serie…) Los guionistas juegan al contraste de presentar esta actividad con justificaciones morales para conseguir la simpatía del espectador con el personaje.  La verdad es que este tipo de argumentos da mucho juego. Un buen ejemplo puede ser Dexter, una serie que me gusta bastante… Un asesino en serie con hábitos de psicokiller pero que solo asesina a su vez a otros asesinos… Quitando el hecho de que es imposible que un psicópata tenga principios morales en cuanto a su comportamiento con los demás (precisamente la definición de un psicópata es la de la falta de sentimientos o empatía hacia los demás por lo que todo está justificado para conseguir su placer o beneficio), es una serie que me ha tenido enganchado durante tiempo. Pero bueno, que me voy del tema… Ésta no era la serie de la que quería hablar hoy, sino de Breaking Bad, una serie en la que el protagonista decide hacerse fabricante de drogas químicas tras serle detectada una enfermedad terminal para poder dejarle dinero a su familia cuando ya no esté.

Me llevaban insistiendo tiempo en que la tenía que ver y al final sucumbí. Y cuando lo hice me enganché.

Si, ya sé que el argumento puede parecer rebuscado, pero es precisamente éste uno de los encantos de la serie, cómo un padre de familia, profesor de química, con una vida normal, se las ingenia para llevar una doble vida con secuestros, asesinatos, mafias… manteniendo a la vez todo oculto a su familia. Da para muchas situaciones ingeniosas y divertidas.

La serie es difícil de catalogar. Tiene episodios en los que el protagonismo lo juegan las relaciones familiares y las distintas maneras de afrontar la situación de su enfermedad o sentimientos encontrados que esto les produce. Tiene otros episodios en que el protagonismo lo tiene la acción, en algunos, con violencia o brotes de tarantinismo, en otros con tramas más mafiosas o de serie policial… En fin, que es una serie difícil de calificar como he dicho antes y esto, sin duda, es también otro de sus aciertos, no acabas de llegar al hastío ese que te producen otras series que, si bien reconoces que son originales y maestras, cuando llevan muchos episodios, al seguir una línea continuista en cuanto al argumento se van haciendo más monótonas y cuando de das cuenta descubres otra distinta y sucumbes a la novedad…

El actor protagonista es el idóneo para su personaje. Cuando va de profesor peñazo, pone unas caras que le van idóneas… pero cuando se tiene que poner serio con algún mafioso… lo borda. Era difícil, supongo, encontrar un actor que resultara creíble en un personaje tan heterogéneo y éste lo consigue.

El guion no se anda con medias tintas e igual que sigue la moda de intentar justificar o al menos atenuar una conducta reprobable, no tiene reparos en mostrar con dureza las consecuencias de dicha conducta. Por ello, en una serie en que la trama principal tiene que ver con las drogas, no faltan las escenas, duras, en las que se observan las consecuencias de las mismas…

Para mí, además, la serie tiene otro motivo por el que merece la pena verla. Se desarrolla en Nuevo México. Ya, ya sé que esto no es ningún motivo, pero los que me conocéis, sabéis de mi debilidad por los paisajes del sur de Norteamérica, y esta serie tiene unos cuantos de ellos… Vale, motivo subjetivo, pero que le vamos a hacer…

Ha tenido bastante éxito, así que seguro que más de uno la habéis visto, ¿Que os ha parecido?

martes, 5 de febrero de 2013

Brazil


Brazil (1985) Dirigida por Terry Gilliam y protagonizada por Jonathan Pryce, Kim Greist y Robert de Niro.

Tenía esta película pendiente desde hace tiempo. Es una película de culto y entre las revistas y críticos especializados siempre aparece en las listas de las mejores. La temática, distópica, me llamaba también la atención.

Sin embargo, ha sido hace nada cuando por fin me he decidido a verla. Fue casualidad. Resulta que estaba leyendo una crítica de la película que han estrenado ahora La Noche Más Oscura que narra la operación para dar muerte a Osama bin Laden. Yo no la he visto, pero en un momento dado, el crítico hacía mención a que en el film se mostraban más o menos los métodos para obtener información que utilizaba la inteligencia estadounidense y planteaba el eterno debate de la justificación de la tortura, pues le llamaba la atención que en el nuevo contexto de terrorismo global, ya tuviéramos asumida la tortura con la justificación que ha tenido siempre por los que la han ejercido… que si torturando pueden salvar vidas, esta está justificada. No entro ahora en el debate, pero fue al leer esto, cuando me acordé del argumento de Brazil, que también trataba de una sociedad en la que existía un grupo terrorista y esto justificaba un estado con un departamento de información altamente jerarquizado y burocratizado cuyo cometido era el sacar información a la gente. Así que, finalmente, una crítica de otra película fue la que me dio el impulso que necesitaba para colar a Brazil en la lista de pendientes al primer puesto de la lista.

Tras verla, he de reconocer que me ha resultado curiosa, entiendo su fama y que sea una película de culto, pero no se si es que no me pilló el día o que… yo no la calificaría entre mis favoritas.

Si bien no es una película al uso de los Monty Python, si que nos recuerda a menudo el sello de los mismos en su humor surrealista y situaciones llevadas al límite. Sin duda el director quería plantear enfoques nuevos en su nueva etapa fuera del mítico grupo humorista, pero no puede evitar recurrir a su leitmotiv. No lo digo como crítica, es uno de los aspectos que más me ha gustado del film, pues creo que se hace con bastante acierto.

Creo que es una de esas películas que merece la pena estar bien despierto el día que elijas verla. Sólo así se le puede apreciar de verdad el punto que, por lo menos a mí, más me ha gustado de la película; el doble argumento de muchas de las escenas. Mientras que en muchas de las escenas los personajes principales mantienen un dialogo en primer plano, en el fondo, otros personajes (o a veces simplemente objetos) dan hilos de continuidad o explicaciones a lo que en otro momento forma parte del argumento principal. Resulta bastante ingenioso y divertido.

Por lo comentado anteriormente me ha resultado curiosa y divertida. Recomendable para los seguidores del tipo de humor de los Monty Python, o los que disfrutan con el género de sociedades futuristas (vamos, que recomendable para mí), pero en cuanto a lo demás, como la posibilidad de sacarle jugo a los dilemas éticos o morales que otras películas de este tipo dejan entrever, se queda un poquito coja, aunque supongo que tampoco era la intención.

Por cierto, el papel de Robert de Niro, me encanta, no se distinguir muy bien si es por una buena interpretación o si la simpatía por su personaje influye, pero me parece genial.

Bueno, lo dicho, puede que no sea la película del siglo pero es una buena opción para uno de esos días en que nos apetece ver una película distinta. Si alguno la conoce ya me contareis.