Desde crío siempre sentí una
afición por las carreras de formula 1. Era extraño pues no era una afición
compartida por mis amigos y mientras ellos coleccionaban cromos de futbolistas
yo intentaba enterarme de historias de ese mundo de los pilotos (no había
internet, pero sí bibliotecas…) que me parecía apasionante, eran como los
caballeros medievales que se jugaban la vida pero en vez de en un torneo, en
una carrera… No se muy bien como me vendría esta afición, puede que influyera,
que cuando yo jugaba al futbol o a otros deportes con mis amigos me quedaba en
el partido sin moverme, mirando los arboles o cualquier otra cosa que me
distrajera y pensando en mis cosas que me parecían más interesantes… Eso a su
vez provocaba que cuando echaban a pares o nones para elegir a los equipo a mi
me dejaran para el final junto con los gorditos o más torpes… Por lo que
supongo que tuve que ampliar mis aficiones deportivas. Creo recordar que lo
primero que tuve relacionado fue un comic de Spirou cuya trama se desarrollaba en
el transcurso de un Grand Prix.
Algo más mozo, joven y apuesto
;-), empecé a leer historias y biografías de los pilotos de los 40, 50 y 60,
auténticas epopeyas que casi siempre acababan en una curva… y empecé a ver las
por entonces pocas carreras que echaban por la tele… Y así hasta hoy, que conservo
la afición a este deporte pues he de reconocer, que aunque haya perdido todo el
romanticismo de las historias que he leído de los Golden Years, me emociono
como el primer día cada vez que me quedo sordo la primera vez que vuelvo a oír
un motor de carreras revolucionado o noto el olor a goma quemada cuando me
aproximo a un circuito…
El caso es que he tenido la
suerte de que entre mi circulo de amigos ésta afición la compartimos varios.
Digo la suerte, porque esto a nosotros nos viene de lejos, pues ahora se ha
puesto de moda con lo de Fernando Alonso, pero nosotros ya planeábamos
escapadas para ver carreras antes de esto, y lo seguiremos haciendo cuando
Alonso se retire y ya no lo siga nadie por aquí… (Es curioso como somos aquí en
España, recuerdo que una vez medio país estuvo paralizado porque podía ganar
una medalla de oro un hombre que se acababa de nacionalizar, Juanito Muller, creo que era, y la
carrera era de esquí de fondo, deporte de gran calado en nuestro país… cuando
se descubrió que estaba dopado y le descalificaron… nadie ha vuelto a ver una
carrera de esquí de fondo…)
Pues como os decía, empezamos a
escaparnos para ver carreras y poco a poco empezamos a institucionalizar una
tradición que no incumplimos desde hace más de una década; una vez al año,
elegimos una carrera en un país y nos escapamos para dejarnos caer por allí.
Poco a poco hemos ido añadiendo días por delante y por detrás a los propios de
la carrera y esta tradición es ya un viaje anual en toda regla que además de la
carrera tiene como objetivo pasar unos días juntos desfrutando de las cervezas
propias del lugar y ver o visitar los lugares del mismo que nos llaman la
atención.
Este año, el lugar elegido fue Hockenheim, pues aunque ya habíamos
estado en Alemania el año anterior para tal propósito, la otra vez fue en Nürburgring, que distan bastante el uno
del otro y por lo tanto nos permitía planificar un viajecillo distinto por
allí.
Aunque llevábamos preparada una
buena ruta (de hecho el viaje empezó y finalizó en Suiza) con varias cosillas
para ver… la verdad es que, como suele pasar, los planes se cambian sobre la
marcha y nos gustó mucho la ciudad de Heidelberg, así que aunque sí que nos
desplazamos a algún que otro sitio, estuvimos la mayor parte del tiempo en esta
ciudad.
Heidelberg |
Heidelberg |
De los otros sitios en que
estuvimos, me marcó especialmente la visita a Dachau.
Nunca había estado en un campo de
concentración y era algo que tenía pendiente desde hace tiempo. Recuerdo que
unos días antes fui a ver la obra de teatro “Proyecto Milgram”. Sin entrar
mucho en la obra, había un momento en que uno de los actores disertaba sobre la
conveniencia o no de que un campo de concentración se pudiera visitar o y
pudiera convertirse en una especie de atracción turística. Yo siempre he estado
a favor de que esto sea así, no solo los campos de concentración, sino las
evidencias de cualquier otra atrocidad que hemos cometido a lo largo de nuestra
historia. Creo en la tópica frase de que conocer la historia es la única manera
de evitar caer en los errores del pasado, aunque no soy nada utópico, pues soy
consciente de que somos lo suficientemente estúpidos para cometer varias veces
los mismos errores antes de aprender de ellos. El ser humano, gracias a su
inteligencia ha aprendido a desarrollar los principios claves de su
comportamiento en base a la educación y a la enseñanza. No hemos perdido del
todo nuestros instintos, que duda cabe, pero comparados con otras especies,
nuestro aprendizaje juega un porcentaje mucho más importante en nuestro
comportamiento que el que juega en otras especies en donde el instinto es el
factor primordial. Por ello, considero que la enseñanza de nuestra historia y
sus consecuencias es clave para que podamos seguir evolucionando como especie y
de ahí que estoy totalmente a favor de que los campos de concentración se
puedan visitar.
Dachau |
Cuando salí, además de los
sentimientos evidentes que te produce la visita a un sitio así, me quedé con
una sensación como de haber hecho algo que tenía que hacer, que debería hacer
casi todo el mundo…
Siempre piensas en que algo así
te podría haber pasado a ti, poniéndote en el lado de las víctimas… Pero cuando
piensas en que casi todo un país contribuyó o hizo la vista gorda con algo así…
otra pregunta aterradora es también ¿Qué habríamos hecho nosotros si fuéramos
alemanes en aquella época…? Tras una visita a un sitio de estos son tantas las
cosas que te preguntas ante tanto sinsentido que te tiras unos días un poco
tocado…
Bueno, la verdad es que el título
de esta entrada era Alemania porque
la intención al principio era, como suelo hacer en la sección viajes, hacer
comentarios de mis experiencias por allí… Al final me ha quedado una entrada de
reflexiones/confesiones en la que de lo que menos he hablado es del viaje… Pero
en fin, así es este blog, sólo tiene dos reglas y no he incumplido ninguna, a
saber:
1.- Regla 1. Este blog solo tiene dos normas.
2.- Regla 2. La regla anterior la puedo cambiar cuando quiera.
Así que aunque me ha quedado una
entrada de viaje un poco atípica… Así la dejo.
Lleyendo la descripción de tu visita Dachau me recuerda exactamente a cuando estuve yo allí con los amigos... creo que podría haber escrito exactamente tus mismas palabras...
ResponderEliminarSi, creo que le pasará lo mismo a todo el mundo. Te deja tocado y te obliga a pensar y a hacerte preguntas para las que no hay respuesta...
ResponderEliminarUn abrazo Edu
Interesante y variada entrada querido amigo insomne... y muy bien hilada por cierto... me parece una buena idea esa de sus viajes de "excusa" motociclera, y la ciudad de este año, tanto por las fotos como por la descripcon, parece muy bella... Respecto al tema de los lugares del horror, estoy de acuerdo contigo... aunque, como bien dices, somos tan imbéciles y tan malvados como para volver a repetir todo tipo de atrocidades (como se ve cada día) no está de más que todos visitáemos esos sitios y conociésemos esas historias, aunque duelan y espanten... Besitos y gracias por romper las reglas ;)
ResponderEliminarPues sí Vampi, cualquier excusa es buena para justificar un viajecito... Ya ando pertrechando la siguiente...
ResponderEliminarGracias y Besos