viernes, 22 de marzo de 2013

Los Combates Cotidianos


Los Combates Cotidianos (Cómic, 2003-2008) De Manu Larcenet. En original Le Combat Ordinaire.

Decía Robert Lane que “Una vez cubiertas las necesidades básicas, no es el dinero el factor de aumento de bienestar, sino otros menos evidentes.” Es decir, que el dinero es proporcional a la felicidad pero sólo hasta cubrir las necesidades básicas. A partir de ahí, por mucho que nos empeñemos en querer tener más, el mismo, no nos dará mayor felicidad sino que lo que lo harán serán otros factores menos evidentes. Esto es un pensamiento compartido por la mayoría de científicos y psicólogos.

Ya en 1943, el psicólogo Abraham Maslow formuló la jerarquía de las necesidades humanas (también conocida como pirámide de Maslow). En ella se establecen cinco niveles de necesidades, según la cual, las personas, se centrarán en cubrir las necesidades del nivel que no tiene cubiertas y sólo cuando un nivel de necesidades está cubierto, se establece la necesidad del siguiente nivel. Los primeros niveles están relacionados con las necesidades básicas de subsistencia. Los últimos tienen que ver con el reconocimiento y la autorrealización.

Entendiendo esto se explican algunas estadísticas que pudieran resultar contradictorias en un principio. Por ejemplo, que los porcentajes se suicidios se dan en mucha mayor medida en los países con mejor nivel de vida, que los índices de depresión van en aumento en los países con mejor renta…

¿Qué está pasando? Pues pasa que cuando uno no tiene cubiertos los primeros niveles de necesidades, tiene claro lo que necesita y se centra con todas sus fuerzas en luchar por ello, en luchar por la supervivencia… Sin embargo cuando esas necesidades ya las tiene cubiertas, aspira a cubrir las demás… Pero para necesidades como la autorrealización, no siempre es evidente lo que nos hace falta…

Hoy en día, en los países llamados del primer mundo, no es infrecuente encontrar a gente que dice que no es feliz, que está vacía, que no sabe que hacer con su vida, que tiene que buscar en su interior... De hecho, hay todo un negocio alrededor de ello… Pero esa insatisfacción no es mala en sí. La insatisfacción es solo la consecuencia de no tener cubierta una necesidad y si sirve para reflexionar y tomar decisiones que ayuden a cubrirlas habrán sido una base positiva. El problema es que muy a menudo mucha gente no sabe como cubrirlas y pasa la vida insatisfecha buscando la causa y dando bandazos, por no hablar ya de los que caen víctimas de gente sin escrúpulos que se lucra a cambio de prometer la felicidad o incluso cae en situaciones más complicadas de infelicidad o depresión.

Estas insatisfacciones de los que tenemos la suerte de tener las necesidades básicas cubiertas han de ser sólo la alarma que nos haga reflexionar y abordar cambios en actitudes u objetivos. Son la señal de que nos alejamos de lo que realmente necesitamos e insisto, es bueno que sea así si nos hace reflexionar y adoptar medidas para cubrir nuestras necesidades. Estas insatisfacciones, la búsqueda de sus causas y los medios para cubrirlas, son nuestros combates cotidianos.

Los Combates Cotidianos de Manu Larcenet es un cómic en el que se nos presenta el día a día de Marco, un fotógrafo de guerra con cierto éxito que sin embargo ha perdido la motivación y decide dejar por un tiempo el trabajo para dedicarse a fotografiar otras cosas, aunque no sabe muy bien el qué. Tiene un miedo atroz al compromiso lo que le hace no profundizar en ninguna relación sentimental. Acaba de dejar a su psicoanalista, al que lleva visitando años buscando en el pasado respuestas para un presente que encuentra vacío sin obtener resultados. Sufre ataques de ansiedad que le provocan inseguridad en sí mismo.

En el cómic, se nos presenta como es su relación con sus padres, en la que tiene algo de frustración que no sabe definir, o con su hermano y su cuñada, quizás el único con el que se encuentra a gusto fumándose petas pues le acepta sin cuestionarle. También van surgiendo nuevos personajes, como una veterinaria con la que inicia una relación, un anciano que se encuentra por el campo, los antiguos compañeros de su padre en los astilleros… Todo este conjunto de personajes se interrelaciona con Marco de distinta manera. No hay buenos ni malos, simplemente distintas personas con sus distintas casuísticas. De hecho el cómic no tiene un hilo conductor más que el de las autorreflexiones de Marco. El resto no es más que el retrato de sus combates cotidianos, en los que lucha por superar sus insatisfacciones cuando encuentra las causas o simplemente convive con ellas cuando no lo hace.

La historia no evita entrar en ningún tipo de debate, moral, político, social… pero no hace juicios de valor. Simplemente los argumenta e interpola los distintos puntos de vista ante todos ellos sin definirlos como buenos ni malos, sino explicando, a través de los personajes, el porqué de su existencia.

El dibujo, que a mí me ha enganchado, puede parecer el de una viñeta cómica, pero nada más lejos de la realidad. Aunque no faltan los detalles de humor, es en realidad una novela de gran profundidad con tintes existencialistas. Es increíble como el autor consigue generar tanta reflexión en el lector sin buscar una historia singular o una trama fuera de lo cotidiano. No tiene un principio ni un fin. El cómic empieza en un momento concreto del día a día de Marco no distinto a cualquier otro y finaliza en otro punto, en el que ha salido victorioso de algunos de sus combates, en otros sigue en ello y otros nuevos han surgido.

Esta novela gráfica, compuesta de cuatro tomos, tiene varios premios y ha sido muy alabada por la crítica. Decir que algo merece mucho la pena siempre crea una expectativa que luego suele decepcionar a los demás, pero de verdad, es de lo que más me ha gustado que haya leído últimamente… Aunque tampoco sabría definir muy bien por qué.

A través de los combates cotidianos de Marco, el autor consigue que nos cuestionemos muchas cosas, o si no que nos las cuestionemos, al menos que le demos vueltas a algunas de ellas y quizás, que encontremos alguna pista que nos ayude a superar algunos de nuestros propios combates cotidianos.

2 comentarios:

  1. Interesante toda tu introducción y con la que no puedo estar más de acuerdo... y es lo que lleva a la infelicidad a muchas personas que aparentemente lo tienen todo... me alegra que el personaje luche en esos combates cotidianos, que aunque no siempre se ganen, algunas veces si...

    Besitos y a por los otros tomos ;)

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  2. Pues sí, saber identificar las insatisfacciones es lo mejor que puede pasarte, solo así puedes superarlas. Ya me había leído los cuatro tomos cuando escribí la entrada... A veces no me expreso muy bien... :)

    Besos!!!

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