martes, 10 de abril de 2012

Marruecos

Bueno, pues ya estoy de vuelta por aquí. Como comenté me fui unos días de vacaciones. El destino elegido ha sido el sur de Marruecos. Sinceramente, me ha encantado. Ha sido un viaje increíble, lleno de contrastes… ¿Por dónde empezar?

Empecemos por los tópicos.

El clima. Marruecos es un país muy caluroso. No os olvidéis, como no lo hice yo, de llevaros ropa ligera, mucha manga corta, pues con lo que se suda es habitual tener que cambiarse varias veces al día, y sobre todo ropa de baño, que con el calor cada vez que tengáis oportunidad os daréis un chapuzón… No he pasado más frío ni en Canadá ni en Islandia ni en Rusia, hasta nos nevó por el Atlas!!!

La alimentación. Llevaros fortasec y algo de comida. La comida es mala y la falta de higiene os provocará diarreas casi seguro, además, acabareis pasando hambre… En fin, id resignados a pasar unos días de penitencia culinaria… He comido casi por dos. Una gastronomía estupenda, los guisos esos en los tajines, magníficos, y lo del baño… bueno, como nunca, parecía la protagonista de uno de esos anuncios de yogures ricos en fibra que sale sonriendo en ropa interior por lo bien que va al baño…

Podría seguir con el resto de tópicos… pero la entrada se alargaría y al final la conclusión sería siempre la misma; se me han caído todos los que tenía.

El viaje ha sido una ruta por varias ciudades del sur de Marruecos. Tenía como inicio y fin la ciudad de Marrakech.

Marrakech
Marrakech es una ciudad mágica. Tiene algo, aunque no sabría describir el qué. Su zoco es grande, pero no es muy diferente al de otras ciudades que he conocido como el de Estambul o El Cairo, la única diferencia es que quizás aquí los vendedores son menos pesados y más amables. Su plaza principal es muy grande. Está llena de cafés con terrazas desde los que puedes tomarte algo y disfrutar de las vistas a la misma en la que no faltan tenderetes de todo tipo, desde puestos de zumos, teóricos encantadores de serpientes que aprovechan la mínima para colgártela en el cuello, recitadores de vete tú a saber qué… Y todo esto sin hora de fin, pues cuando cae el sol, la plaza toma, si cabe, aún más ambiente. La plaza está viva, pues la gente que ves a primera hora de la tarde no es la misma que por la noche, donde antes había unas mujeres haciendo tatuajes, ahora tienes a un vendedor de lámparas… Una ciudad que despierta los sentidos.

Los ecosistemas de la ruta eran espectaculares
La ruta la hemos hecho en dos cuatro por cuatro. Y digo hemos, porque esta vez he compartido aventurilla con otros seis compañeros. Sin duda los ratos y anécdotas que hemos pasado juntos, han sido de lo mejor del viaje. Completaban el equipo un guía y dos conductores locales. Lo de los 4x4 no ha sido un capricho. El estado de algunas carreteras lo requiere, sobre todo si como nos pasó a nosotros pillais lluvias. Tuvimos incluso que vadear algún puente desbordado.

Nuestro periplo nos ha conducido por el alto y el medio átlas, el desierto y la costa.

Niños en el alto átlas
El alto atlas es sorprendente. Quizás es de lo que más me ha gustado. Es un paisaje árido y abrupto. La población es si cabe aún más pobre que en otras zonas y es que aquí la posibilidad de la agricultura no se da y la subsistencia se limita a los ingresos del pastoreo y el turismo de aventura principalmente. En un pueblo que paramos a comer, los niños, su vestimenta, la arquitectura y disposición de las casas… me recordaba en algo a los reportajes del Tibet. No se muy bien como describir la sensación, pero me gustó muchísimo el día que pasamos por el alto atlas. Por cierto, como he dicho antes, nos cayó una buena nevada. Ese día tampoco pude ponerme el bañador.

Amanece en el desierto
La experiencia del desierto tampoco estuvo nada mal. Es como una playa gigante donde el mar queda lejos, pero con sitio de sobra para poner la sombrilla. Esa noche dormimos en jaimas. No se cuantos días al año llueve en el desierto, pero uno de ellos tuvo que ser esa noche. Así que mientras dejaba de chispear estuvimos en un albergue con unos autóctonos haciendo una fusión musical entre ritmo bereber y rumba vallekana que no quedó nada mal. Por la mañana temprano nos subimos a una duna para ver la salida del sol. Una grata experiencia visual. No tanto sensorial, pues casi me congelo allí mismo. No se cuantos grados haría hasta que salió el sol, pero vamos, esa mañana tampoco pude ponerme el bañador.

Quizás ha sido la zona de costa lo que menos me ha llamado la atención. Y no es cuestión de que no merezca la pena, sino que probablemente es lo menos distinto a lo que estoy acostumbrado a ver. Aun así, si te pierdes por la zona céntrica del pueblecito en cuestión, sigues respirando el ambiente mágico de las ciudades y los pueblos de allí.

Medio átlas
Bueno, me podría seguir enrollando y acabaría describiendo cada día, pues todos tuvieron algo especial. En general ha sido un viaje tan lleno de contrastes que me deja muchas escenas imborrables.

La gente es muy amable por allí. Nos decían que era por estar en el sur, que en el norte la gente es más arisca. No lo sé, pero en general tuvimos un trato muy ameno con la gente local. Es buen momento para ir, con el miedo al terrorismo, las revueltas en los países islámicos y la crisis económica el turismo ha bajado bastante y en ningún momento tienes la sensación de estar haciendo el guiri salvo en las ciudades más grandes. La gastronomía estupenda, de verdad, ya sé que por los comentarios que he hecho en otras ocasiones puedo dar la impresión de ser un poco tragaldabas, pero es que es verdad, estaba todo bastante bueno, es un país ideal para hacer el Labordeta. 

Los cauces de los valles son verdes y frondosos
Para los que como yo, necesitéis algo de medicación de vez en cuando para refrescaros, es fácil encontrar cerveza en determinados sitios para no interrumpir el tratamiento. Lo único que eché en falta para la próxima vez que vaya es llevarme algún CD de música. Al principio viene bien delegar la responsabilidad en el conductor autóctono, y así te pone su música y te integras en el ambiente local… pero cuando llevas tres días escuchando canciones con estribillos que se repiten y que duran veinte minutos… os lo prometo… yo había momentos en que me desdoblaba con esos mantras y me veía a mi mismo desde el techo del coche…

Una experiencia inolvidable. Si no lo habéis hecho aún, os lo recomiendo. Está a dos horas en avión y es muy barato. No hay escusa. Si además tenéis la suerte, como yo, de compartir la aventura con unos compañeros estupendos, pues que más se puede pedir. Y si ya lo habéis hecho, contadme ¿Qué os pareció?

Bueno, lo dicho, he vuelto…

5 comentarios:

  1. Bienvenido de nuevo a la gran urbe querido, me alegra que haya disfrutado tanto de este tan merecido viaje y veo que ha regresado con ganas de escribir, cosa que agradecemos sus fieles seguidores... el relato me ha resultado de lo más ameno e interesante... habrás visto muchas estrellas, ¿no?... :)

    Un saludito

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  2. Vaya envidia. Desde luego, no te lo montas nada mal. De mayor quiero ser como tú. Por cierto, siempre me he preguntado como será ese que se esconde detrás de un sombrero y hoy al leer esto y ver las noticias creo que lo he adivinado. Una persona que tiene tiempo para sus hobits y se va de viaje sin avisar, sólo puede ser... El Rey Juan Carlos! ¿He acertado?

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  3. Precisamente estrellas no vi muchas... es lo que tiene el techomanta de una jaima, deja pasar el agua... pero no la luz ;-) Bien hallada Vampira.

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  4. Jajaja, muy bueno Hipotenuso, pero no, no soy el Rey, y ya no te desvelo más que para el anonimato sólo dejo un comodín... Por desgracia tengo mis quehaceres laborales como casi todo el mundo, solo que pertenecer a la secta insomnita deja hueco para ciertos quehaceres... He de reconocer sin embargo que más de una vez he tenido el pensamiento de que cuando el Rey se jubile y deje la plaza vacante a lo mejor me presento a las oposiciones... no porque me guste ser Rey, que creo que me aburriría, sino para ver que preguntan en el examen!

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  5. yo por eso las tengo de mentirijilla en el techo, pero relucen en la oscuridad que da gusto... como seas el rey me borro de tus fans :P... Saluditos

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