La Escalera de Jacob (1990)
Dirigida por Adrian Lyne e
interpretada por Tim Robbins, Elizabeth Peña y Danny Aiello. En original Jacob’s
Ladder.
Esta película llamó mucho la
atención en su época. Aunque tuvo sus detractores, es por muchos considerada
una peli de culto. Las criaturas o demonios que en ella aparecen han servido de
inspiración a películas o videojuegos como Silent Hill. La crítica la define
como angustiosa, brillante, y sobre todo destacan la manera en que se llevan a
la pantalla las alucinaciones y pesadillas. El caso es que tenía ya ganas de
verla y acabo de hacerlo.
Me ha gustado mucho y a pesar de
que reconozco que ciertas cosas debieron ser innovadoras en su época, lo que
más me ha llamado la atención ha sido el guion, sorprendente, inteligente y muy
bien llevado a la pantalla. Voy a intentar describir algo de él sin destripar
nada, allá vamos.
La historia es la de Jacob Singer, un veterano de la guerra
de Vietnan. En un ataque en Saigón, se produce una escabechina en su
batallón y él es uno de los supervivientes. Todo esto lo vemos en pesadillas o
recuerdos del protagonista, que ahora vive en Brooklyn con una nueva relación, trabajando de cartero, intentando superar los recuerdos
de aquella batalla, de la separación de su mujer y de la muerte de uno de sus
hijos. Pero esos recuerdos le atormentan en forma de pesadillas y lo que es
peor, poco a poco comienza a ver seres extraños, como demonios o seres
atormentados… y por si fuera poco, estos parecen querer matarle.
En toda esta historia, hay un
personaje que es el único que parece ayudar y entender a Jacob, su
fisioterapeuta. Hasta aquí una película interesante con un guion varias veces
llevado al cine, el de los traumas de los veteranos de guerra.
Sin embargo, empiezan a ocurrir
cosas extrañas, como que no aparece en las listas de tratamiento… o que parece
que algunos otros compañeros tienen las mismas experiencias que él…
Entonces el argumento toma un
giro de explicación lógica de lo que ocurre… pasando a ser una de esas
películas con argumento conspirativo y la cosa se pone cada vez más interesante
a la vez que el ritmo de angustia y paranoia alcanza su cenit con absoluta
maestría.
Sólo con todo esto, la película
ya valdría la pena, pero lo más sorprendente es el final. Entonces te das
cuenta de que todo era distinto a lo que pensabas y de repente te quedas
totalmente descolocado… pero solo tardas un ratito en ver con que inteligencia
encaja todo ahora, el extraño papel del fisioterapeuta y lo que Jacob le dice que le recuerda, la cita
que éste le dice a Jacob, el
significado bíblico de la escalera de
Jacob, el sentido de algunas de las alucinaciones o pesadillas…
Realmente, solo al final de
verla, de das cuenta y entiendes el significado de todo lo que acabas de ver… y
el resultado es magnifico. Una gran idea, un gran guion y una manera brillante
de llevarlo a la pantalla. No decepciona, y como suele ocurrir en las grandes
películas, en parte por eso lo son, además de todo lo destacable del guion y la
dirección, hay que destacar también la soberbia interpretación del
protagonista.
Si no la habéis visto, merece la
pena… no os esperéis innovación en cuanto a la angustia y personajes, pues ha
llovido desde entonces… pero cuando acabéis de verla, me contáis.