V de Vendetta
(Cómic, 1988) De Alan Moore y David Lloyd. En original V for Vendetta.
Es curioso que con mi afición al cómic haya tardado tanto en
acercarme a V de Vendetta siendo uno
de los cómics más famosos de los últimos años. Sin embargo así ha sido y tras
haberlo hecho, creo que es justo decir que entiendo la merecida fama del mismo
pues es realmente bueno.
La historia quizás no es muy original, la de un antisistema
que lucha contra él, pero sí que lo es el hilo argumental y los recursos
innovadores que Moore utilizó en la narración.
Un personaje anónimo (lo es durante todo el cómic pues
siempre utiliza un disfraz con una máscara de Guy Fawkes, que luego ha popularizado Anonymous) lucha para cambiar el orden establecido. Y menudo orden.
Se trata de un régimen autoritario de carácter fascista que rige en Inglaterra
tras una guerra nuclear. Vale, un poco rebuscado, el propio Moore en la introducción del comic que
hace en una versión de pocos años después reconoce que quizás no habría hecho
falta algo tan rebuscado para la proposición argumental, pero hay que reconocer
que este futuro distópico le da mucho juego para plasmar algunas ideas que
curiosamente, con algunos matices, no distan mucho de algunas realidades
actuales.
Pues bien, de eso trata básicamente el cómic, de como este
personaje, V, trae de cabeza al orden
establecido mediante acciones violentas contra los símbolos o personajes
importantes del régimen.
Sin embargo lo realmente interesante del cómic a mi
entender son básicamente dos cosas.
Primero, Moore
aprovecha a los distintos personajes del comic para representar a las distintas
actitudes que se pueden adoptar ante las situaciones de injusticia, alineación,
falta de libertad, etc… Hasta el punto de que casi se puede decir que muchos de
los personajes del comic son también coprotagonistas con sus distintas
historias paralelas entrelazadas con la principal. Y el planteamiento de Moore
o su opinión sobre estas actitudes es, independientemente de acertadas o no,
bien estructuradas y muy interesantes para la reflexión.
Segundo, porque como he dicho anteriormente, el cómic es
innovador, y en este caso, con éxito en el resultado final. Parte de esa
innovación se debe al dibujante David
Lloyd, que además de resultar el complemento perfecto, ofreció novedades a Moore como por ejemplo la ausencia de
bocadillos con pensamientos u onomatopeyas que tanto destacan los críticos, aunque
a mí lo que más me gustado de Lloyd es la sustitución de narración escrita por
secuencias de viñetas con una capacidad narrativa sobresaliente. Pero las
principales innovaciones fueron desde el punto de vista argumental. En más de
una ocasión, mientras que la narración escrita es de un personaje, las viñetas
y la acción son de lo que está haciendo otro, buscando un paralelismo o
contraposición que resultan magistrales.
En el argumento se echan de menos algunas explicaciones
racionales para ciertos vacíos o hechos excepcionales… pero pongámoslo en
contexto, recordemos que estamos en un género en el que te pica una araña y te
subes por las paredes… Si lo vemos así, bastante causalidad se nos ofrece en la
historia.
La ideología del protagonista es algo que ha dado mucho que
hablar del cómic. Dentro de las distintas (y muchas veces contrapuestas)
tendencias de pensamiento anarquista, se podría decir que las que más fielmente
representa V son las del
anarcoindividualismo existencialista de Max Stirner. Pero desde el punto de
vista pragmático, esboza la teoría del terrorismo anarquista, la búsqueda del
caos del que resurgirá un despertar de la conciencia individual que desenvocará
en un orden basado en la libertad. Esto ha sido muy criticado por muchos, pues
han visto en la propuesta de Moore una apología del terrorismo anarquista. En
fin, se le puede sacar punta a todo…
Hay muchos planteamientos que dan para debate… Muchos de
ellos históricos, como el de que la necesidad del sufrimiento para la
liberación personal o el de la deshumanización de los valores en el
cumplimiento de las ordenes (se hace una clara referencia, sin nombrarlo, del
experimento Milgram, del que ya
hablamos una vez por aquí), etc… Pero bueno, poco más puedo decir del cómic sin
destriparlo más...
Por desgracia es un cómic y V no existe… El totalitarismo
que tenemos hoy, aún peor que el totalitarismo del estado, es el de los mercados…
Y me temo que eso no lo arregla ni una W.
Solamente recomendar, sobre todo a los aficionados al género,
que incluyáis su lectura entre vuestra lista de obligados, aunque claro, si lo sois,
posiblemente ya lo hayáis leído.
Muy interesante tu artículo, me lo estuve leyendo el otro día y me gusta el analísis que has hecho... es un cómic del que he leído sólo una primera parte... lo tengo en formato digital y lo cierto es que se hace pesado el leer cómics en el ordenador... pero ahi lo tengo, esperándome para cuando tenga más tiempo y gans de retomarlo...
ResponderEliminarPues sí, las cosas tienen su momento y ocasión... Y coincido contigo, lo de leer en el ordenador es un poco tedioso, cuando te llegue el momento de retomarlo ya sentirás su llamada...
ResponderEliminarBesos!!!